Por Paula Morelos Gómez, intérprete Cuicateca de Santos Reyes Pápalo.

 

 

Mi nombre es Paula Morelos Gómez, oriunda de Santos Reyes Pápalo, un pueblito ubicado en la cañada oaxaqueña, aproximadamente a 4 horas de la capital.

Desde mi niñez he sabido que soy una persona muy privilegiada, he nacido en un lugar en donde me ha enseñado a ver y vivir la vida de una manera distinta, desde la cosmovisión de un pueblo indígena, algo ajeno a todo lo cotidiano.

He crecido en un entorno que me ha forjado de carácter pero que también ha creado en mí, mucho interés en poder erradicar las injusticias sociales que día a día vivimos por venir de una comunidad indígena, en donde la discriminación, exclusión y el perjuicio social por muchos años han sido el pan de cada día, y esto, nos ha llevado a la más terrible y triste idea de que muchas personas se quieran deshacer de sus raíces, de su historia, historia que habla de su identidad y del gran potencial cultural que tiene México y sobre todo el Estado de Oaxaca.

Se piensa que por el simple hecho de venir de una comunidad indígena somos menos, que el hablar una lengua materna nos limita a expresarnos y a desenvolvernos en distintos ámbitos. Hemos vivido mucho tiempo subestimados y menos preciados, y a pesar de esa opresión, las juventudes racializadas hemos encontrado estrategias de resistencia que permita visibilizarnos en distintos espacios.

Para mí, la mejor herramienta de combatir todas estas injusticias, es la educación, sin embargo, aún decenas de jóvenes indígenas siguen viendo el acceso a la universidad como muy lejano e incluso imposible.

¿Y para una mujer? Vivimos en una sociedad en donde las mujeres son educadas para servir a su familia, para obedecer y acatarse a una idea social en donde la mas grande realización es tener una familia y nuevamente seguir el ciclo, en donde poco importa si también deseamos estudiar y poder tener una carrera universitaria, sin embargo, en mi vida he tratado de ser esa chica rebelde que va contra corriente, en contra de todos esos “no´s” que me ha dicho la vida y he tratado de caminar con paso firme y fuerte para motivar a demás mujeres a continuar con su vida, con su educación , que los “no’s” pueden ser “si’s” y no solo un simple “sí”, sino un sí con coraje, un sí de impacto.

¿Y para una mujer indígena que es la educación?

Para muchas mujeres al igual que yo la educación es sinónimo de un desarrollo de libertad y sabiduría, en donde buscamos potencializarnos en la sociedad, rompiendo paradigmas; acceder a espacios educativos significa empoderamiento y conocimiento para no ser violentadas. Es decir, para las mujeres indígenas la educación es una vía de progreso y mejoramiento en la calidad de vida en todas sus dimensiones a fin de lograr un desarrollo personal, profesional y cultural, en donde podamos ser la mano y el apoyo de quien lo necesite.

Sin embargo, recorrer este largo camino no es nada fácil. En el 2015 fui víctima del abuso de poder de las autoridades educativas que representaban a mi municipio en ese periodo, cuando tan solo era una jovencita de 15 años, hecho que creo en mí una idea de demostrar a los hombres y también autoridades del gran potencial que tienen las mujeres y del respeto que merecemos en cualquier edad y etapa de nuestra vida.

En el 2018 ingrese a base de mucho esfuerzo a la universidad, a la máxima casa de estudios del estado de Oaxaca, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, en donde postule a una de las facultades que es poco visible a las mujeres, la Facultad de Arquitectura, queriendo romper los estereotipos, el machismo de mi comunidad, las injusticias y el abuso de poder que se viven tanto en espacio rurales como urbanos, tanto en espacio indígenas como no indígenas.

Durante el tiempo que estudié aquí me di cuenta que me había puesto un desafío aún más grande, porque me di cuenta que el machismo no sólo estaba en mi comunidad, tan solo en el salón de clases varios compañeros hombres no aceptaban del intelecto que poseen las mujeres y del compromiso que muestran hacia los estudios, mi paso por la universidad estuvo marcado por acoso y corrupción que vivíamos las estudiantes a diario.

Cuando se viene de un lugar tan conservador como son los pueblos Indígenas, crecemos con mucha ingenuidad y no nos percatamos de la gran malicia que existe en el mundo exterior, puedo decir que mi paso por la universidad tampoco fue algo fácil, había mucha injusticia y desigualdad social, que para solucionar cualquier problema necesitaban tener referencias o recomendaciones de alguien más, de alguna persona con algún peso en la universidad o un buen estatus económico, ahí entendí que en ese medio todo se mueve a base de las famosas “influencias”, pese a eso yo no quise seguir esa corriente, decidí visibilizar las injusticias y a través del activismo social a favor de los derechos de los pueblos indígenas, específicamente los pueblos Cuicatecos y de mi desempeño académico logre obtener una beca sobre Identidad y Liderazgo Comunitario por parte de la Embajada de Estados Unidos en México.

Actualmente soy Arquitecta y he notado que todas las acciones que realicé durante el tiempo que estuve estudiando en la universidad han sumado a cambiar algunos aspectos en los ciudadanos de mi comunidad, hasta puedo decir que existe un poco mas de empoderamiento y confianza en todas las mujeres que me rodean y he contagiado la idea de destacar en esta gran sociedad a las nuevas juventudes.

Siempre he creído que las cosas pasan por algo y hoy en día sé que he escogido una de las mejores carreras para empoderar a mas mujeres y poder cambiar poco a poco la ideología de los hombres y que puedo aportar más a mi comunidad, desde el orden de gobierno, con la planificación municipal o urbana, a una persona en especifica con un buen diseño arquitectónico en dónde su hogar sea confortable para él, hasta llegar  a ser amigable con el medio ambiente, diseñando con arquitectura bioclimática y conservando la arquitectura vernácula de Santos Reyes Pápalo.

Además de esto, he empezado a involucrarme en distintos ámbitos muy ajenos a lo que estudie, para ser aun de mas apoyo para mi gente, entre ellos puedo mencionar a la red de intérpretes, la red de Kybernus entre otras actividades.

Para mí, la red de interpretes es muy importante, porque promueve que las mujeres nos preparemos profesionalmente y nos involucremos en estos grupos de desarrollo y apoyo, donde somos una comunidad que suma a la sociedad oaxaqueña, que visibiliza nuestras causas y realidades como jóvenes indígenas y que promueve nuestros derechos desde distintos espacios, y actualmente puedo asociar estas dos redes para hacer realidad mi actual iniciativa que es que los jóvenes de zonas rurales puedan tener una vida universitaria gratuita y evitando a toda costa cualquier tipo de injusticias.

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