La educación indígena en Oaxaca
Por Rogelio Martínez García | @rogermtz1998
Soy Rogelio Martínez García, joven zapoteco de la comunidad de La Soledad Salinas del Municipio de San Pedro Quiatoni y pertenezco al padrón de Intérpretes y Promotores Interculturales.
Soy un joven que creció y hasta este momento ha vivido mas tiempo en su pueblo y ha estudiado la educación básica y media superior en su pueblo, Soledad Salinas; en mi casa siempre hablamos zapoteco, es de lo más común para mí y para toda mi familia ya que es la lengua de mis padres y los padres de sus padres. En estas pocas líneas no les hablare de cifras, hablare de realidades latentes y llenas de injusticias, considero que es importante hablar de ello, no por mí, sino por todas y por todos mis hermanos y hermanas indígenas.
En casa hasta el día de hoy no hablamos el español, ya que papá y mamá no lo saben hablar mucho además pues no es indispensable, solo se habla cuando se va a hacer un trámite, ir a la escuela o en otros espacios o circunstancias en las que nos vemos obligados a ello. Como lo fue mi caso y de muchos más jóvenes indígenas en Oaxaca y en el país, para poder acceder a la educación debíamos de aprender el español para comunicarnos con los maestros, hablar zapoteco con el maestro no era muy bien visto, pero antes era peor, ya que me cuentan mis padres que a ellos les tocó una época aún peor, ya que era intolerable hablar zapoteco en la clase.
Siguiendo mi historia, yo estudie en una escuela primaria bilingüe, bueno, eso era lo que lo pensaba pero toda mi vida académica, la palabra bilingüe era solo un bonito nombre para cumplir con la normatividad de proporcionar una escuela bilingüe para mi pueblo indígena, solo recuerdo en un solo grado en donde muy poco se me enseño en mi lengua, pero pues yo era muy pequeño y no sabía lo importante que era, además mi maestro también no tenía esas mismas ganas de enseñarnos zapoteco como con las demás materias, sino fuera poco, en casa se me decía que eso no era importante, ya que nuestra lengua no tenía ningún valor y que era mejor que se nos enseñara sólo español.
Hasta el día de hoy, siendo un profesionista me he podido dar cuenta de muchas realidades llenas de injusticias que he vivido en mi vida. El estado se llena de discursos de amor hacia las lenguas indígenas, pero no los he visto llegar a mi comunidad para implementar acciones para que más jóvenes y niños sigan hablando en su lengua materna, no he visto al estado preocuparse por crear libros como materiales de enseñanza para las escuelas de mi tierra en donde hablamos el zapoteco de San Pedro Quiatoni. Todo el tiempo ha sido una gran mentira, esas cortinas de humo para verse inclusivos.
A mi lengua no le hace falta difusión en redes o campañas en donde se diga el orgullo de nuestros políticos e instituciones de tener un estado pluricultural, a mi pueblo como a todos en el estado y país nos hace falta trabajo de rescate y revitalización de mi lengua zapoteca en todo el territorio en donde lo hablamos, en que en las escuelas tengamos nuestra biblioteca con una gran variedad de libros en zapoteco para que sean enseñados dentro de las aulas, que en verdad se tomen en serio lo que es una escuela bilingüe, en donde cada maestro enseñe mi lengua y le de la misma o más importancia como a la lengua de inglés, que se enseñe a escribir zapoteco y la cosmovisión comunitaria.
La educación se enfoca en alfabetizar en español, pero nunca las instituciones educativas se han preguntado si también existe el analfabetismo en las lenguas originarias, muchos solo sabemos hablar nuestra lengua y poco sabemos escribirla, incluso la mayoría no sabe escribir nada en su lengua si se lucha por un estado inclusivo, se debe de priorizar estos aspectos comunitarios. Con mucha razón, Ada y Campoy (2004) cuando hacen referencia a la educación bilingüe dicen que el ser humano está conectado con su lengua materna antes de nacer. Por eso cuando un niño siente rechazo o no se toma en cuenta su lengua materna le causa un gran daño (p.13). Yo estaré feliz el día en que vea a mas niños y niñas hablando en su lengua en todos los espacios posibles, y que cada aula diga “Luuy doo, mnii diidx zah, zek nak nit tuhñ gichlyuh” (hijo, habla nuestro zapoteco, así evitas que nosotros desaparezcamos de este mundo)
La lucha está en el proceso de descolonizarnos de las prácticas occidentales de una cultura hegemónica impuesta como la única, lineal y blanca, dejando la diversidad cultural y lingüística de nuestro país en un plano sofocante, en donde se crearon modelos de jerarquización imponiendo la cultura occidental y blanca como el modelo o los estereotipos a seguir y cumplir, como país nos hace falta la cultura del respeto a nuestras formas de vida y llegar a una interculturalidad que nos permita la convivencia y el intercambio de experiencias.
Será fundamental la valorización de nuestras lenguas, el reconstruir nuestra historia y dejar de imitar otras, no es que estemos peleados con las demás lenguas y menos con el castellano, hemos luchado por que se nos respete nuestra lengua materna y contra el sistema opresor y homicida que se disfraza de aliado, creando falsas esperanzas a su manera y como siempre, nosotros como comunidades indígenas hemos realizado y luchado por resistir. Los activistas y luchadores sociales han realizado todo el trabajo de rescate lingüístico es a ellos a que se les debe que nuestro país aún siga conservando gran parte de sus lenguas originarias, el hablar nuestra lengua es un símbolo de revolución y de decirle al estado que existimos y resistimos.
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